
El uso de drones en la ingeniería civil
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La aviación no tripulada tuvo sus comienzos en los modelos construidos y volados por inventores como cayley, Stringfellow, du temple y otros pioneros de la aviación, que fueron previos a sus propios intentos de desarrollar aeronaves tripuladas a lo largo de la primera mitad del siglo XIX. Estos modelos sirvieron como bancos de pruebas tecnológi- cos para el posterior desarrollo de modelos de mayor tamaño con piloto a bordo y, en este sentido, fueron los precursores de la aviación tripulada.
en la acepción más amplia del término, la aviación no tripulada abarca un amplio es- pectro de aeronaves. La genealogía de las aeronaves no tripuladas esconde sus raíces en el desarrollo de los llamados «torpedos aéreos», antecesores de los actuales misi- les crucero, que posteriormente se desarrollaron a través de las ramas de las bombas guiadas (no propulsadas), los blancos aéreos (llamados «drones» en la terminología anglosajona), los señuelos, los modelos recreacionales y/o deportivos de radio-control, las aeronaves de investigación, las aeronaves de reconocimiento, las de combate, e incluso algunos modelos más extraños de vuelo extra-atmosférico.
el término vehículo aéreo no tripulado (Unmanned Aerial Vehicle, uAv) se hizo común en los años 90 para describir a las aeronaves robóticas y reemplazó el término vehículo aéreo pilotado remotamente (Remotely Piloted Vehicle, rpv), el cual fue utilizado du- rante la guerra de vietnam y con posterioridad. el documento «Joint Publication 1–02, Department of Defense Dictionary» editado por el Ministerio de Defensa de los Estados unidos define uAv como:
«Un vehículo aéreo motorizado que no lleva a bordo a un operador humano, utiliza las fuerzas aerodinámicas para generar la sustentación, puede volar autó- nomamente o ser tripulado de forma remota, que puede ser fungible o recupera- ble, y que puede transportar una carga de pago letal o no. No se consideran UAV a los misiles balísticos o semibalísticos, misiles crucero y proyectiles de artillería».
Además de los misiles citados y los proyectiles de artillería, la definición también ex- cluye a los planeadores (que no llevan planta propulsora), a los globos y dirigibles (los cuales no utilizan la generación de sustentación mediante fuerzas aerodinámicas sino mediante fuerzas de flotabilidad) y a los objetos arriostrados (que carecen de control remoto u autónomo). Los términos uAv y rpv no son más que dos entre cerca de la 15
docena de nombres que han ido recibiendo las aeronaves robóticas no tripuladas a lo largo de su existencia. En la Figura 1 se representa gráficamente la cronología de dichos nombres. Merece la pena prestar atención al último de los acrónimos recogido en la Fig. 1.1, que es el de rpAS. en el año 2011 la organización de Aviación civil Internacional, organismo especializado de naciones unidas para la aviación civil y del cual españa forma parte al haber suscrito el Convenio de Chicago de 1944, publicó su Circular 328 en la cual por vez primera reconoce a las aeronaves no tripuladas como aeronaves, con todo lo que ello trae consigo, y de entre todas las posibles tipologías escoge a las que se pilotan de manera remota para ser consideradas como aptas para la aviación civil, y no otros tipos (como podrían ser las autónomas).
6 grandes beneficios de usar drones en la ingeniería civil
- Permite alcanzar los objetivos de seguimiento y supervisión de la obra.
- Se reduce el esfuerzo al poner en marcha la automatización.
- Permite controlar la obra sin interferencias sobre la misma: desde el aire.
- Son capaces de obtener datos topográficos y fotogramétricos de muy alta resolución.
- El proyecto civil se desarrolla con mayor rapidez y precisión.
- Traslada la transformación digital al sector de la ingeniería civil, caminando a la par de las necesidades sociales.
Podríamos seguir contándole más beneficios, pero preferimos que sea usted quien los viva en primera persona. No existen las barreras en la apuesta por los drones, pues algunos expertos y profesionales ya están poniéndolas en práctica con diferentes proyectos de obra civil.
¿Por qué algunas personas se muestran reticentes a su uso?
La década de los 2000 fue decisiva en muchas cosas. La tecnología comenzó a dar pasos de gigante en diferentes campos. Lo sistemas de posicionamiento global, las comunicaciones por satélite, los sistemas de navegación y la evolución de las aeronaves han sido algunos de ellos.
Fue en Europa donde se comenzaron a dar los inicios de la aeronáutica, pero muy pocos profesionales pudieron imaginar lo que eso traería después. ¿Quién podía imaginarse un dron tal y como lo conocemos hoy en día?
Quizás por la costumbre, quizás por un prejuicio constante, pero todavía hay quienes se muestran reticentes al uso de estos vehículos. Hoy nos preguntamos por qué.
En la vida existen dos tipos de personas: las que están dispuestas a innovar constantemente, y las que les cuesta salir de las herramientas tradicionales. En el caso del dron y otras herramientas de teledetección, a los responsables de obra les echa para atrás:
- Miedo. El miedo a lo nuevo se ha convertido en una causa sin fundamento. ¿Por qué tener miedo al cambio y no al quedarse estancado en el lugar de siempre? Por lo general, el ser humano parece haber sido diseñado para buscar constantemente la seguridad, pero creemos que solo podemos encontrarla en nuestra zona de confort. ¿Cuántas cosas nos perdemos por no apostar por el cambio?
- El precio. No resulta tan elevado como creemos. Es más, podemos perder más dinero y tiempo quedándonos de brazos cruzados con las herramientas tradicionales que apostando por el dron. La razón atiende a que sus ventajas superan cualquier desafío. ¿Cuánto dinero pierde cuando en una inspección se detecta algún fallo? ¿Cuánto tiempo pierde revisando la obra? ¿Cuánto dinero pierde cuando se produce algún fallo en la infraestructura como consecuencia de un mal control?
- Es complicado que, teniendo en cuenta la cantidad de información que se mueve a diario sobre cualquier tipo de cosa, todavía existan personas que no conocen algunas herramientas, sus ventajas y cómo podrían ayudarles. Por eso, la consultoría en este tipo de avances tecnológicos se ha convertido en un servicio importante.
de acuerdo con la organización de Aviación civil Internacional (oAcI), «El hecho de que la aeronave sea tripulada o no tripulada no afecta a su condición de aeronave. Cada categoría de aeronave tendrá posiblemente versiones no tripuladas en el futuro. Este punto es fundamental para todos los aspectos futuros relativos a las UA y proporcio- na la base para tratar la aeronavegabilidad, el otorgamiento de licencias al personal, las normas de separación, etc.»1.
Es decir, que las aeronaves no tripuladas son, ante todo, aeronaves, y por tanto están sujetas a las mismas reglas y limitaciones que las aeronaves tripuladas.
el mismo documento de la oAcI estableze dos preceptos importantes que han de te- nerse en cuenta en la discusión que sigue:
- en segundo lugar, la distinción entre rpAS y aeronaves completamente autónomas, en las que no existe control efectivo del piloto remoto sobre la aeronave, en todo o parte del
En primer lugar, la preferencia a considerar el sistema completo, integrado no sólo por la propia aeronave, sino también por la estación de control en tierra («Ground Control Station» o GcS) y el enlace de comunicaciones entre ésta y la de esta manera se habla de uAS (sistemas de aeronaves no tripula- das) y de rpAS (sistemas de aeronaves pilotadas a distancia) relegando los tér- minos de aeronaves no tripuladas (uA o uAv) y aeronaves pilotadas a distancia (rpA) a aquellas ocasiones en las que se quiere hacer referencia específica a las propias aeronaves.